miércoles, 11 de marzo de 2020

LA REGENTA

   En el 2001 se celebró el centenario de la muerte de Clarín, el autor de La Regenta. Ese año la Universidad de Oviedo editó esta serie de seis marcapáginas que reproducen algunas litografías de la primera edición de la obra (1884-85). Hace ya tiempo una amiga coleccionista, a la que le estoy muy agradecida, me envió cuatro, por lo que llevaba ya tiempo intentando localizar los otros dos. Casualmente la semana pasada los he conseguido. Para mí son una joya.

 Marcapáginas y portada de la primera edición






Reverso

Como se comenta en el reverso, Enrique Gómez Polo es el grabador y
Juan Llimona y Gómez Soler, los dibujantes

Doña Ana tardó mucho en dormirse, pero su vigilia ya no fue impaciente, desabrida. El espíritu se había refrigerado con el nuevo sesgo de los pensamientos. Aquel noble esposo a quien debía la dignidad y la independencia de su vida, bien merecía la abnegación constante a que ella estaba resuelta. Le había sacrificado su juventud: ¿por qué no continuar el sacrificio? No pensó más en aquellos años en que había una calumnia capaz de corromper la más pura inocencia; pensó en lo presente. Tal vez había sido providencial aquella aventura de la barca de Trébol. Si al principio, por ser tan niña, no había sacado ninguna enseñanza de aquella injusta persecución de la calumnia, más adelante, gracias a ella, aprendió a guardar las apariencias; supo, recordando lo pasado, que para el mundo no hay más virtud que la ostensible y aparatosa. Su alma se regocijó contemplando en la fantasía el holocausto del general respeto, de la admiración que como virtuosa y bella se le tributaba. En Vetusta, decir la Regenta era decir la perfecta casada. Ya no veía Anita la estúpida existencia de antes. Recordaba que la llamaban madre de los pobres. Sin ser beata, las más ardientes fanáticas la consideraban buena católica. Los más atrevidos Tenorios, famosos por sus temeridades, bajaban ante ella los ojos, y su hermosura se adoraba en silencio. Tal vez muchos la amaban, pero nadie se lo decía... Aquel mismo don Álvaro que tenía fama de atreverse a todo y conseguirlo todo, la quería, la adoraba sin duda alguna, estaba segura; más de dos años hacía que ella lo había conocido, pero él no había hablado más que con los ojos, donde Ana fingía no adivinar una pasión que era un crimen.

Película La Regenta. Introducción. Presentación de los personajes más importantes de la novela.

domingo, 8 de marzo de 2020

LA CELESTINA (1499)


 Hace unos días publiqué una entrada conmemorativa de los 550 años del nacimiento de Fernando de Rojas, autor de  La Celestina,  con un dúo de marcapáginas y postal que me había enviado Javier. Esta semana he recibido de Puebla de Montalbán, Toledo, estos dos marcapáginas del V Centenario de la publicación de dicha obra. Así pues los marcapáginas son del año 1999, por lo que me han hecho todavía más ilusión.



CELESTINA. Tan presto, señora, se va el cordero como el carnero. Ninguno es tan viejo, que no pueda vivir un año, ni tan mozo, que hoy no pudiese morir. Así que en esto poca ventaja nos lleváis.
MELIBEA. Espantada me tienes con lo que has hablado. Indicio me dan tus razones que te haya visto otro tiempo. Dime, madre, ¿eres tú Celestina, la que solía morar a las tenerías, cabe el río?
CELESTINA. Señora, hasta que Dios quiera.  
MELIBEA. Vieja te has parado. Bien dicen que los días no van en balde. Así goce de mí, no te conociera, sino por esa señaleja de la cara. Figúraseme que eras hermosa. Otra pareces, muy mudada estás [...]
CELESTINA. Señora, ten tú el tiempo que no ande; tendré yo mi forma, que no se mude. ¿No has leído que dice: “Vendrá el día que en el espejo no te conozcas?” Pero también yo encanecí temprano y parezco de doblada edad. Que así goce desta alma pecadora y tú de ese cuerpo gracioso, que de cuatro hijas que parió mi madre, yo fui la menor. Mira cómo no soy vieja, como me juzgan.





Museo "La Celestina" en La Puebla de Montalbán (Toledo)

La Puebla de Montalbán (Toledo) a vista de dron.

Gracias, Berta.

jueves, 5 de marzo de 2020

MARÍA JUDITE DE CARVALHO

   María Judite de Carvalho (1921-1998) fue una escritor portuguesa considerada una de las voces femeninas más importantes del siglo XX. Es autora de cuentos, novelas, crónicas, así como de una obra de teatro y otra de poesía.
   Estos marcapáginas-postal reproducen pinturas de la autora de las portadas de tres de los seis volúmenes correspondientes a la edición de sus obras completas.


"Uma coisa, porém é certa. Ela descubriu in día, de repente, que ser máquina é bom para as máquinas e nao para as criaturas de Deus. E foi dar unha volta a fim de aclarar ideias e pensar en mudar de vida" ("A Jovem e a Máquina de Escrever")

 "Era tao cinzenta, tao vazia a vida das pessoas. Uma amálgama de acontecimentos sem interesse e sem sentido. O que pensou en dado momento? O que sentiu? Ja nao sabe. O tempo passa, uma, outra vez, nao para, nao pode parar, e as coisas ficam cobertas de sucessivas camadas de pó. Pó velho, poeira venerável. ("Paisagem sem barcos")

"O tempo subtitui perfeitamente a morte, e até é máis cruel. A morte mantém, o tempo acaba. E, melhor, dá o golpe de misericórdia e de que maneira. ("Tempo de Mercês")

Foto de la autora.

Gracias, Manuela.

martes, 3 de marzo de 2020

HOY POESÍA

Me gustan estos marcapáginas por los retratos de escritores, porque son de poetas y porque me parecen originales sus diseños ¿Sabéis si hay más? Supongo que sí. Son de una librería especializada en poesía, de Barcelona.


 "Eu cantar, cantar, cantei..."


"Si tú me olvidas"

domingo, 1 de marzo de 2020

SOPHIA DE MELLO BREYNER

   A Sophia de Mello Breyner (1919-2004) se la considera una de las poetas portuguesas más importantes del siglo XX. Fue la primera mujer en recibir el más alto galardón de la literatura en lengua lusa, el Premio Camoens.
   Escribió 15 poemarios caracterizados por la sobriedad expresiva, compatible con la intensidad de los sentimientos. Algunos títulos publicados fueron O livro Sexto, No Tempo Dividido e Mar Novo y A Menina do Mar.



 Que o Teu gládio me fira mortalmente
Eu sou de alma dispersa e vagabunda,
Tudo me destrói e cada ser me inunda
E posso assim rolar eternamente.

(fragmento en el reverso)


As ondas quebravam uma a uma
Eu estava só com a areia e con a espuma
Do mar que cantava só para mim.
                  
                                                                               (fragmento en el reverso)


 Estos marcapáginas conmemoran los 100 años de su nacimiento.

Gracias, Manuela.

"Se tanto me dói"