Los faros, torres de señalización luminosa situados en el litoral marítimo o tierra firme para aviso de navegantes, deben su denominación al término griego pharos, que hacía referencia a la torre de señales de la isla de Faro, en Alejandría, Egipto.
Comenzamos con tres faros gallegos:
La Torre de Hércules, en A Coruña, es el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo.
El Faro de Cabo Vilán, en Camariñas, en a Costa da Morte, fue el primer faro español electrificado:
Y el Faro de Finisterre es el faro más occidental y emblemático de Europa, considerado tradicionalmente como el fin del mundo, "Finis Terrae":
Pero existen multitud de faros por las costas de España, como:
El Faro de Peñíscola.
Los Faros de Menorca.
El Faro de Cabo de Gata.
O el Faro Cabo Mayor, en Santander, Cantabria.
Los podemos encontrar por todas las costas del mundo, como estos de la Bretaña francesa, donde se pueden apreciar las diferentes formas y estilos arquitectónicos:
Los hay para todos los gustos; con franjas rojas:
Completamente blancos:
Esta temática atrae a muchos coleccionistas de marcapáginas, pero también a ilustradores, creadores de Artes Gráficas y pintores:
Kalandraka, Hermida y de la Galería Nacional de Escocia, en Edimburgo, pintura de Turner, "El faro de Bell Rock".
Que a veces las editoriales transforman esa ilustración con mensaje, en un puzle:
Otros convierten unos libros, en un faro:
Para concluir, espero que no falte un faro que nos guíe en nuestra vida, aunque a veces esté lejos o haya que abrir mucho los ojos: