El kaiser Guillermo II mandó construir esta iglesia en memoria de su abuelo. En la parte central dominaban los mosaicos y el cristal coloreado. Pese a todo no se consideraba un monumento de mucha importancia en el Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Las bombas aliadas la destruyeron en 1943, dejando poco más que el truncado campanario. En la década de los 50 se intentó demoler el "diente cariado" (como la denominaban los berlineses), pero esto levantó tantas protestas, que se decidió conservar como monumento conmemorativo que recuerde la futilidad y los sufrimientos de la guerra.
"La procesión de los Hohenzollern menores", mosaico de la sala de conmemoración
"Dos ángeles guardan el tablero Guillermo I", mosaico en la sala de conmemoración.
Vidriera de Gabriel Loire, detalle, 1961.
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Por supuesto, entrada dedicada a Marisiña.