Marcapáginas de corcho.
Reverso común.
Lisboa a vista de dron.
Mi agradecimiento a Manuela.
Paseábase el rey moro por la ciudad de Granada desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla. -¡Ay de mi Alhama! Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada; las cartas echó en el fuego y al mensajero matara. -¡Ay de mi Alhama! Descabalgaba de un mula y en un caballo cabalga, por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra. -¡Ay de mi Alhama! Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba que se toquen sus trompetas, sus añafiles de plata. ¡Ay de mi Alhama! Y que las cajas de guerra apriesa toquen al arma, porque lo oigan sus moros, los de la Vega y Granada. -¡Ay de mi Alhama! Los moros, que el son oyeron, que al sangriento Marte llama, uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla. -¡Ay de mi Alhama! Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara: -¿Para qué nos llamas, rey, para qué es esta llamada? -¡Ay de mi Alhama! Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada, que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama. -¡Ay de mi Alhama! Allí habló un alfaquí de barba crecida y cana. -Bien se te emplea, buen rey, buen rey, bien se te empleara. -¡Ay de mi Alhama! Mataste los bencerrajes, que eran la flor de Granada; cogiste los tornadizos de Córdoba la nombrada. ¡Ay de mi Alhama! -Por eso mereces, rey, una pena muy doblada: que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada. -¡Ay de mi Alhama!
Los romances fronterizos poetizan hechos históricos acaecidos en
territorios de frontera entre dos comunidades enfrentadas (cristianos
y musulmanes)en el periodo de la Reconquista.
Este romance trata la conquista de Alhama, como preludio de la toma
de Granada.
"Ay de mi Alhama", de Paco Ibáñez.
Mi agradecimiento a Rosa.