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El sacrificio de Isaac, 1603. Galería de los Uffizi (Florencia)
Caravaggio escandaliza a Roma con esta obra, que trataba un tema muy habitual en el arte religioso del Barroco.
El problema consiste en el modo de plasmar la reacción de Isaac, el
hijo de Abraham. Tradicionalmente, se consideraba que Isaac era una
prefiguración simbólica de Cristo, pero mientras Cristo se somete con la docilidad a su
destino, este Isaac grita con angustia y terror
sin ninguna disposición a ser llevado al altar. Abraham, pues, ha tenido
que doblegar la resistencia de su hijo, sujetándolo y aplastándolo
contra la piedra, pero no puede evitar una vacilación y durante unos
segundos la hoja del cuchillo se detiene junto al cuello del muchacho.
Este momento de duda es aprovechado por el ángel para detener al
padre, y es el momento que prodigiosamente capta el pintor,
concentrando todos los sentimientos que agitan a los
personajes: miedo, duda, fe.
(Información de ArteHistoria)
Tremenda escena que, como di o texto, non por saber o final, impresiona menos.
ResponderEliminarSi que tivo que ser un " golpe" para os que pensaban no seguimento cego dun credo, ver a expresión deste Isaac sometido á forza...
O marcapáxinas, precioso.
Unha aperta.
Luisa
¡ Pobre Isaac !. Que mal rato pasaría.Está visto que el fanatismo es intrínseco a la religión, sea cual sea.Cuanto más lejos, mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
Caravaggio é um dos meus pintores preferidos, pela luz, pela cor e por ter pintado gente normal, como na representação deste Isaac.
ResponderEliminarAbraço,
Manuela
Quando fui ver a exposição pensava que só teria uns três ou quatro Caravaggio para aguçar o apetite às pessoas. Afinal tem muitos Caravaggio e vários dos caravaggeschi expostos são bons.
ResponderEliminarOutro abraço,
Manuela
Desde luego, el momento es espeluznante. Afortunadamente todo quedó en un susto.
ResponderEliminarYa tienes otro dúo para tu colección. Enhorabuena.
Un abrazo.
Lucía.