UN REINO DE CORDELIA

    Esta editorial se ha convertido, en los últimos tiempos, en mi preferida; y aunque a Lugo es difícil que llegue alguno, hoy he tenido una sorpresa. El marcapáginas reproduce "La muerte de Ofelia", de Millais, una pintura que siempre me ha encantado. La modelo, Elisabett Siddal (futura mujer del pintor Dante Gabriel Rossetti), tuvo que permanecer durante horas en una bañera con agua fría, lo que la llevó a enfermar.

John Everett Millais, Ofelia (1852)

"Donde hay un sauce que crece a las orillas del arroyo, reflejando en las ondas cristalinas la imagen de sus hojas pálidas. Allá se dirigió, fantásticamente coronada de flores silvestres, violetas, margaritas y grandes flores púrpuras a las que los indecentes labradores les dan un grosero nombre, y las modestas doncellas las llaman dedos de muerto. En cuanto llegó, se quitó la corona y quería colgarla de las pendientes ramas, cuando se tronchó un envidioso brote, y ella cayó al torrente fatal con todo y sus rústicos adornos. Sus ropas, huecas y extendidas, la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, en tanto iba cantando pedazos de canciones antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible mantenerse así por mucho tiempo, porque sus vestiduras, pesadas por el agua que absorbían, sumergieron a la infeliz, silenciando su melodioso canto con la muerte".

W. Shakespeare: Hamlet. Acto IV, escena VII

 

La muerte de Ofelia