Gustave Courbet, El desesperado (1845)
El hombre del que hablo fue conducido un día al cadalso con otros condenados, y le leyeron la sentencia que le condenaba a ser fusilado por crimen político. Veinte minutos más tarde se le notificó el indulto y la conmutación de su pena. Los tres primeros fueron conducidos y atados a los postes; sabía de antemano en lo que pensaría: toda su ansia era imaginarse, con la mayor rapidez y claridad posibles, como sería aquello: en aquel instante vivía y existía; en tres minutos qué cosa sucedería alguien o algo distinto. Pero confesaba que nada le fue más penoso que este pensamiento: -Si no muriese. Si me devolviesen la vida. ¡Qué eternidad se abriría ante mí! Transformaría cada minuto en un siglo de vida; no despreciaría ni un solo instante y llevaría cuenta de todos los minutos para no malgastarlos.-"
Dostoievski.- El Idiota.
Gracias, Manuela.
Bonito marca, con obra de arte incluida.
ResponderEliminarAbrazos. Javier
Bonito, como todos os desta colecção.
ResponderEliminarJá conseguiste completá-la?
Eu ainda não, mas já consegui os que mais queria ter 😊
Dia feliz, Justa!
Gosto muito de Courbet. E deste livro de Dostoievski.
ResponderEliminarBom dia!
Uno más de esta preciosa serie de E.Presença
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan los marcapáginas de esta colección de Presença. Las obras de arte están muy bien elegidas.
ResponderEliminarUnha aperta