Mis padres, con la misma cara, el mismo cuerpo, pero transformados...Poder amarlos totalmente, no odiar su vida, su comportamiento, sus gustos...Soñaba con ello, los modelaba, y después me tocaba enfrentarme a ellos tal como eran...Ser incapaz de querer a unos padres, no saber por qué resulta insoportable.
Los armarios vacíos (1974).
Era normal tener vergüenza, como si esta fuera una consecuencia inevitable del oficio de mis padres, de sus problemas de dinero, de su pasado de obreros, de nuestra forma de ser...Para mí, la vengüenza se convirtió en una forma de vida. En el peor de los casos en algo que ya ni siquiera percibía: la llevaba dentro de mi propio cuerpo.
La vergüenza (1999).
Ya no volveré a oír su voz. Es ella, con sus palabras, sus manos, sus gestos, su manera de reír y de caminar, la que unía a la mujer que soy con la niña que fui. Perdí el último nexo con el mundo del que salí.
Una mujer (1987)
Cuando era niña, para mí el lujo eran los abrigos de pieles, los vestidos de noche y las mansiones a la orilla del mar. Más adelante, creí que consistía en llevar una vida de intelectual. Ahora me parece que consiste también en poder vivir una pasión por un hombre o una mujer.
Pura pasión (1992)
El tiempo dejó de ser una insensible sucesión de días que había que llenar con clases y ponencias, con pausas en los cafés y en la biblioteca, y que conducía a los exámenes, a las vacaciones de verano y al porvenir, para convertirse en algo informe que avanzaba en mi interior y que había que destruir a cualquier precio.
El acontecimiento (2000).
Nos sentíamos a tono con la época; de ahí la certidumbre de estar en lo cierto en cualquiera de las circunstancias.
Los años (2008)
Pero yo sabía, mirando a esa pareja madura, que si estaba con un joven de veinticinco años, era para no tener ante mí, continuamente, la cara marcada de un hombre de mi edad, la de mi propio envejecimiento. Frente a la de A., la mía también era joven. Los hombres lo sabían desde siempre, no veía por qué me lo iba a prohibir yo.
El hombre joven (2023)
La ausencia de sentido de lo que se vive en el moemnto en el que se vive es lo que multiplica las posibilidades de escritura.
Memoria de chica (2016)
Para Manuela.
Me gustan mucho estos marcapáginas, siempre con el mismo formato y me gusta como escribe Annie Ernaux, al menos los tres libros que he leído.
ResponderEliminarApertas desde a Alta.
Gosto muito da Annie Ernaux e destes marcadores. Não tenho o primeiro, mas tenho um outro que não está aqui.
ResponderEliminarApertas para a Baixa🍁🍂
Sencillos, con ilustraciones muy acertadas y siempre con el mismo formato y estilo. No he leído nada de esta autora.
ResponderEliminarBuen domingo
Muy interesantes los marcapáginas de los libros de Annie Ernaux premio novel.
ResponderEliminarUn abrazo